Recien Nacido

Cuidados  del Recién Nacido en el Hogar
Un recién nacido es un bebe que tiene 28 días o menos desde su nacimiento, bien sea por parto o por cesárea y en esta página se pretende dar a conocer los cuidados básicos que la madre debe brindar al recién nacido en el hogar y algunos de los aspectos que se describen  son los que se consideraron prioritarios para un cuidado óptimo y de resguardo del recién nacido  en el hogar.

La alimentación del recién nacido es uno de los temas en los que se hace más énfasis, así como el cuidado que deben de tener con el cordón  umbilical, el baño, el corte de las uñas, su descanso, comprender sus motivos de llanto, el examen del talón o pequisa neonatal el cuidado de la ropa, entre otros cuidados que a continuación se mencionan:
En cuanto a su alimentación, los  estómagos de los recién nacidos  son tan pequeños, que comen pequeñísimas cantidades de alimento —de 1 a 3 onzas— (30 a 90 ml), y lo hacen frecuentemente. Algunos quieren la teta o el biberón cada dos o tres horas, mientras que otros tienen hambre incluso más a menudo. Algunos bebés anuncian que tienen hambre a fuertes gritos. Sin embargo, otros dan señales más sutiles cuando quieren comer: se chupan las manitas, mueven la boquita como si quisieran mamar o voltean la cabeza hacia el pecho materno o biberón. Durante los primeros días de vida, los recién nacidos suelen perder cerca de 7 por ciento de su peso. Aunque esto es completamente normal, querrás alimentar a tu bebé cada dos horas, más o menos, hasta que recupere el peso que tenía al nacer. Lo más importante es recordar  que la alimentación ideal del bebe  es la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida.

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El ombligo, una vez cortado hay una pequeña parte de cordón que se queda pegado al bebé. Con el paso de las horas y/o días se seca, se oscurece y en una semana se desprende sin que el bebé lo advierta. Sólo será necesario mantenerlo limpio y desinfectado.


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La hora del baño del bebe,  es uno de los momentos  de mayor interacción entre los padres y el bebé, es el  momento de relax, de juego, de contacto directo con el niño, sin olvidar el objetivo primordial que es una buena higiene.

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El cuidado de las uñas, en las uñas no hay que hacer nada especial más allá de cortarlas cuando haga falta. Muchos padres creen que no se pueden cortar hasta que los bebés tienen un mes, o una edad específica. Lo cierto es que no hay una edad mínima para cortar las uñas de un bebé. Es más bien una cuestión de lógica. Si el bebé tiene las uñas largas pues se cortan, tenga la edad que tenga.

Puede hacerse con una lima o puede hacerse con unas tijeras de punta redonda y es mejor hacerlo en algún momento que esté relativamente tranquilo. De todas maneras, tenemos que sujetar bien su mano, no sea que un movimiento nos lleve a cortar lo que no debemos.

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El sueño,  los bebés recién nacidos no distinguen entre el día y la noche, y sus pequeños estómagos no retienen suficiente leche o fórmula como para que queden satisfechos por mucho tiempo. Necesitan alimento cada una cuantas horas, sin importar la hora del día o de la noche,  puede dormir hasta 16 horas por día (o incluso más), con frecuencia en períodos de 3 a 4 horas; y  al igual que ocurre con nosotros, el sueño de los bebés se divide en diferentes fases: somnolencia, sueño REM (movimiento rápido de los ojos), sueño ligero, sueño profundo y sueño muy profundo. A medida que los bebés crecen, sus períodos de vigilia aumentan. Al principio, estos breves períodos de 3 a 4 horas de sueño pueden resultarle frustrantes porque interfieren con su propio esquema de sueño. Tenga paciencia: esto cambiará a medida que su bebé crezca y comience a adaptarse a los ritmos de la vida fuera del vientre materno.

No obstante, al principio, la necesidad de alimentarse será superior a la de dormir. Muchos pediatras recomiendan que los padres no permitan que un bebé recién nacido duerma mucho tiempo sin alimentarse. En la práctica, esto significa ofrecerle alimentación al bebé cada 3 a 4 horas aproximadamente y, posiblemente, con más frecuencia si se trata de bebés prematuros o más pequeños. Los bebés amamantados pueden sentir hambre con más frecuencia que los bebés alimentados con biberón y tal vez necesiten alimentarse cada 2 horas durante las primeras semanas

Otra parte, la Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de Estados Unidos (CPSC) recomiendan no hacer dormir al bebé en su misma cama por razones de seguridad. Si bien muchas culturas alientan que los bebés y los padres compartan el lecho, el bebé corre el riesgo de asfixia o estrangulamiento, y los estudios han demostrado que la incidencia del síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS) es mayor en las familias en las que el bebé duerme en la cama de los padres.

Puede resultar útil establecer una rutina desde el comienzo. La manera en la que dormimos se basa en gran medida en los hábitos y en las señales que nuestro organismo utiliza para determinar que es hora de dormir. Si coloca siempre al bebé en la cuna para dormir, ayudará a indicarle al lactante que ése es el lugar para dormir. Sin embargo, recuerde que el cerebro de su bebé puede tardar algunas semanas en notar la diferencia entre el día y la noche. Lamentablemente, no existe ningún truco para acelerar este proceso, salvo la mayor constancia posible en la rutina.

Siempre tenga en cuenta la seguridad a la hora de dormir. No coloque en la cuna o el moisés ningún elemento que pueda interferir con la respiración de su hijo; esto incluye juguetes de peluche, almohadas, mantas, entre otros.


  El examen del talón o pequisa neonatal, es un examen de sangre conocido para detectar la presencia de la fenilcetonuria, el hipotiroidismo congenito y la fibrosis quistica, esta pesquisa  se puede realizar  entre el  2do y 10  día de vida.

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El cuidado de la ropa, la ropita que debemos utilizar debe ser suave, confortable y que no apriete, debe estar compuesta de fibras naturales de  ser posible algodón 100%, para favorecer la transpiración. En este sentido,  la piel de los bebés es bastante delicada y suele responder fácilmente a cualquier "agresión". Seguro que habréis notado que si les cogéis desnudos quedan marcados nuestros dedos durante un rato. Para evitar posibles reacciones, es recomendable lavar la ropa del bebé por separado, asegurarnos de que se aclara bien y a ser posibleno utilizar suavizante”, pues provoca muchas reacciones alérgicas en la piel (granitos, enrojecimiento, etc.). Conviene hacer lo mismo con sus sábanas y mantas y con las nuestras si el niño acaba en nuestra cama o duerme alguna siesta en ella.

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